El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo que se trata de 240 toneladas métricas de armamento defensivo “obsoleto” que tenía por destino “ser reparado y devuelto”.
Según la versión oficial dicho armamento consiste en “dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo ello fabricado a mediados del siglo pasado”.
El comunicado oficial justifica el hecho “que se sustenta en la necesidad de mantener nuestra capacidad defensiva para preservar la soberanía nacional”.
Panamá en tanto continúa revisando el barco que transportaba los insumos militares y ha ordenado el alije completo de la nave. El presidente panameño dijo que en la carga del buque capturado previo a ingresar al Canal de Panamá, “presumimos tienen un equipo sofisticado de misiles”.
Observadores internacionales con otra versión
Mientras se aguarda que técnicos de las Naciones Unidas, convocados por el presidente panameño dictaminen de qué se trata exactamente la carga, las primeras fotos han causado controversias en los ámbitos de las armas en otros rincones del globo.
En Londres, IHS Jane´s -la más importante consultora de Inteligencia y Conocimiento Estratégico de Gran Bretaña- dijo a la vista de las fotos conocidas que se identificó “un radar de control de tiro RSN-75 “Fan Song” de la familia de misiles tierra-aire SA-2”.
Las baterías de misiles SA-2, fabricadas en la Unión Soviética, incluyen un radar de largo alcance que detecta los blancos y un radar de control de tiro que guía a los misiles hacia su blanco, explicó Jeremy Binnie, experto de IHS. Las hipótesis manejadas son que Cuba envió el radar a Corea del Norte para modernizarlo y la carga de azúcar podría ser un trueque a cambio de ese servicio. Otra hipótesis mencionada por IHS, menos probable, sería que Corea del Norte recibe el radar para reforzar su defensa antiaérea.
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