lunes, 30 de septiembre de 2013

Estados Unidos hacia el default, en 10 horas podrían cerrar algunos servicios públicos

Cientos de miles de funcionarios públicos estadounidenses salieron a trabajar este lunes sin saber si regresarán a sus puestos el martes, en medio de una puja presupuestaria entre gobierno y Congreso que podría paralizar parcialmente al Estado federal.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que se reunirá este lunes y el martes con los líderes del Congreso para tratar de evitar una parálisis de los servicios públicos, pero advirtió que no negociará bajo amenaza .

A menos de 12 horas de que venza el plazo para que el Legislativo apruebe el presupuesto 2013-2014, el mandatario reiteró que no está dispuesto a negociar bajo la amenaza de que 800.000 empleados públicos se queden temporalmente sin trabajo o el país caiga en default.


"No estoy resignado para nada" a que los servicios públicos se cierren, dijo Obama. Pero "la única forma" de negociar "es que todos nos sentemos a discutir de buena fe", sin la "amenaza" de un cierre temporal de los servicios públicos federales, sostuvo el mandatario. "Tampoco pueden adelantarse negociaciones sensatas bajo la amenaza de una moratoria", que sería la primera en la historia de EEUU, añadió

El Senado estadounidense rechazó este lunes un proyecto de ley de finanzas aprobado el fin de semana por la cámara baja, prolongando el bloqueo y aumentando el riesgo de una paralización gubernamental a partir del martes.

Los 54 senadores demócratas, que disponen de mayoría, votaron contra la propuesta, que habría permitido financiar al Estado federal, pero que socava la ley sobre asistencia médica de Barack Obama.

Restan menos de 10 horas a ambas cámaras, cada una controlada por un partido diferente, para acordar un texto común e impedir un cierre parcial de los servicios públicos.

Pese a la ausencia de un acuerdo sobre el presupuesto entre demócratas y republicanos, Obama afirmó este lunes no estar "para nada resignado" a una parálisis del Estado, que parece sin embargo inminente.

El mandatario anunció que hablaría con los líderes del Congreso lunes y martes, pero reiteró que no negociaría bajo la amenaza de una parálisis.

Los efectivos de las administraciones podrían ser reducidos a un mínimo vital hasta una fecha indeterminada a partir del martes si los congresistas no aprueban una ley de finanzas temporaria antes de la medianoche, hora oficial del comienzo del ejercicio presupuestario 2014.


El Senado rechazó este lunes un proyecto de ley de finanzas aprobado el fin de semana por la cámara baja, prolongando el bloqueo y aumentando el riesgo de una paralización gubernamental a partir del martes. Los 54 senadores demócratas, que disponen de mayoría, votaron contra la propuesta, que habría permitido financiar al Estado federal, pero que socava la ley sobre asistencia médica de Barack Obama.

Restan menos de 10 horas a ambas cámaras, cada una controlada por un partido diferente, para acordar un texto común e impedir un cierre parcial de los servicios públicos.





Parálisis
El reloj avanza, y para una mayoría de los estadounidenses (46%) un eventual cierre parcial de las oficinas públicas sería responsabilidad de los republicanos, mientras que un 36% culpa al gobierno de Barack Obama, según un sondeo de CNN/ORC International publicado este lunes, con un margen de error de 3,5 puntos porcentuales.

Wall Street abrió en neta baja este lunes, afectada por la posibilidad de que los congresistas no logren un acuerdo a tiempo. Las principales plazas bursátiles europeas y asiáticas cerraron a la baja.

Desenlace inminente
La propuesta republicana "es una extorsión, no un compromiso", declaró el senador demócrata Charles Schumer este lunes a la cadena MSNBC. "No somos nosotros quienes queremos cerrar", se justificaba por su parte la representante republicana Marsha Blackburn en CNBC.

Sin la adjudicación de nuevos fondos, algunas agencias del gobierno federal tendrán que licenciar sin goce de sueldo a más de 800.000 empleados de servicios considerados no esenciales, algo que el presidente Barack Obama calificó de "automutilación" en su mensaje radial semanal del sábado.

"Sabemos lo que va a pasar, (el lunes) el Senado volverá a sesionar. Y la posición de la Cámara (...) será rechazada, y nos encontraremos frente a la perspectiva de una detención de la operativa del gobierno a la medianoche del lunes, en la mañana del martes", vaticinó el domingo el senador demócrata Richard Durbin a la cadena CBS.

La Cámara de Representantes adoptó un proyecto de presupuesto hasta el 15 de diciembre para negociar en ese plazo un presupuesto para todo el año fiscal 2014.

Pero, bajo la presión de los representantes ultraconservadores del Tea Party, se añadieron dos enmiendas al texto: postergar por un año la aplicación de la reforma de salud impulsada por Obama, y la eliminación de un gravamen sobre los equipamientos médicos creado por esa norma.

Los senadores demócratas lo tomaron como una provocación, y reformularon el texto para garantizar la aplicación de la reforma sanitaria, la más importante en lo que va de la gestión Obama.

La ley conocida como "Obamacare" hace obligatorios los seguros de salud y destina fondos públicos para subsidiar a las personas que no tienen capacidad de adquirirlos. Los republicanos entienden que la norma disparará el ya abultado déficit fiscal.
Tope de endeudamiento

El Congreso debe votar además un aumento del límite legal de endeudamiento del país, actualmente en 16,7 billones de dólares, sin lo cual EEUU se arriesga a la primera moratoria de su historia a partir del 17 de octubre.

Por el momento, el Estado federal ha funcionado gracias a "medidas extraordinarias" adoptadas por el Departamento del Tesoro, pero el titular de esa cartera, Jacob Lew, ha dicho y reiterado que a mediados de octubre, los fondos se acabarán.

Fuente: El Observador

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